El cambio climático es una
realidad que podemos comprobar observando el medio que nos rodea. La naturaleza
y los seres vivos experimentamos las consecuencias de este fenómeno y el
agua, uno de los elementos más valiosos del planeta, no escapa de este problema
que se agudiza día a día. En
cualquiera de sus estados, el agua dulce y salada es uno de los recursos
fundamentales sobre los que se basa el desarrollo de la sociedad. A medida que
el clima se ve alterado, también lo hace el agua.
Los
mares cubren aproximadamente el 70% de la Tierra y absorben tal cantidad de CO2
y energía del sol que la química y la temperatura del agua está poniendo
en peligro muchos organismos.
De
este mismo modo, el cambio climático influye en la calidad del agua para el
consumo humano, dificultando y desequilibrando aún más el acceso a este
recurso vital en el mundo. Investigaciones del Centro de Ciencias Carnegie
revelan que los cambios en las precipitaciones y temperaturas han comenzado a
afectar la calidad del agua y de
acuerdo con el Centro de Ciencias Carnegie, el nitrógeno de la agricultura y
otras actividades humanas que se limpian en los cuerpos de agua,
genera un fenómeno llamado eutrofización. Dicho proceso lleva a la
proliferación de algas que generan toxinas o zonas muertas con poco oxígeno
llamadas hipoxia.
La
calidad del agua es afectada por el cambio climático de muchas formas: un
aumento en la frecuencia de precipitaciones intensas ocasiona un flujo mayor de
contaminantes y sedimentos en lagos y ríos, degradando la calidad del agua. De
otro lado, caudales altos contribuyen a una mayor dilución de los contaminantes,
mejorando la calidad de esta. En regiones con problemas de salinidad, la
reducción en los caudales representa un problema potencial. El aumento de la
temperatura puede degradar la calidad del agua al alterar la velocidad de los
procesos biogeoquímicos (algunos de degradación y autodepuración) y, en los
casos más graves, puede reducir la concentración de oxígeno disuelto en la
misma, afectando de esta forma las especies animales y vegetales que allí
viven. En cuanto a las aguas subterráneas, la calidad puede disminuir por
diversos factores que incluyen la contaminación química y microbiológica por
insumos de uso agrícola, vertimientos industriales y de asentamientos humanos;
así mismo, la intrusión de aguas salinas, por efecto del aumento en el nivel de
los océanos, puede afectar particularmente zonas costeras. Los
cambios en la calidad del agua pueden tener un enorme impacto en la salud
humana, el cual depende del tamaño, densidad, ubicación y riqueza de las
poblaciones.
Amanda Henderson
Me parece importante que se tome en cuenta este tema ya que el agua es uno de los recursos más importantes para la población y debemos tomar medidas preventivas.
ResponderBorrarMuy interesante. Gran parte de la población no toma consciencia de lo que produce el cambio climático en el planeta y siga manteniendo prácticas que empeoran la situación.
ResponderBorrarMe parece muy importante este tema porque nos ayuda a prestarle más atención a la situación actual por la que atraviesa el planeta.
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